Blandiendo Espadas del Corazón

No iniciaré una lucha de plumas en tinta roja
ni os libraré ira alguna apuntando mi seño envidioso sobre los hombros de mi leal adversario,
compartir la misma quimera desveladora empuñando un deseo que detiene el latir del tiempo
en un pensamiento dulce y amargamente vigorisante que creció de la nada... en una sonrisa... en una mueca muda.