Al Reverso Del Corazón


En el tercer acto...
Claudico a ser ineludiblemente infiel,
me veo forzado a convertirme en ese regente noctámbulo de una tragicomedia,
un déspota irreflexivo del marcapasos que flota entre mis sienes doblegando ese ímpetu que resucitó ante tu presencia.
Coexisto encadenando las mareas de tentación,
encapsulando aludes interminables de amargura,
siendo un eslabón invisible olvidado de éste ADN de suspiros.

...Desgarrar la ilusión duele menos que hundirse en una realidad.